Despertando a la Filosofía

¿Qué es la verguenza y por qué ocurre?

Episodio:

7

En este episodio, Erick explora la vergüenza, sus conexiones con el ego y la identidad, y cómo superarla mediante la meditación mindfulness o atención plena. Se aborda la vergüenza desde una perspectiva filosófica de las emociones, analizando cómo este sentimiento surge y afecta nuestra autopercepción y valoraciones sociales. Además, Erick discute las diferencias entre la vergüenza y la humillación, proponiendo el mindfulness como una herramienta efectiva para procesar estas emociones y mejorar sin sentirnos avergonzados. Únete a esta reflexión y descubre más sobre la gestión de la vergüenza y el crecimiento personal.

¿Qué es la vergüenza? ¿Cómo se relaciona con el ego y la identidad propia? y ¿Cómo superar este sentimiento a través de la meditación del mindfulness o de la atención plena? En este episodio estaremos tratando todos estos temas.

Hola a todos. En este episodio hablaré de una emoción muy desagradable y muy conocida por todos, que es la vergüenza. Voy a hacer esta reflexión desde el punto de vista de una filosofía de las emociones y de una fenomenología de las emociones. La fenomenología básicamente es una rama de la filosofía que se pregunta por la estructura de nuestra experiencia, por ejemplo, ¿qué se siente estar solo?, ¿qué se siente estar enojado? o ¿qué se siente estar enamorado?

En este caso, la pregunta sería: ¿qué se siente estar avergonzado o sentir vergüenza? Entonces, veamos qué es la vergüenza. Bueno, básicamente, este sentimiento ocurre cuando de alguna forma nos sentimos expuestos o vulnerables frente a la mirada del otro. Esta mirada puede ser directa o puede ser indirecta. Es decir, podemos encontrarnos en una situación muy pública en la que nos sintamos avergonzados o en una situación solitaria en la que nos sintamos avergonzados, porque de alguna manera nos damos cuenta de que en nuestra imaginación están esas voces y están esas miradas que nos juzgarían mal si estuviéramos presentes. Entonces, de alguna forma la vergüenza también se relaciona con la moralidad. Aunque no necesariamente, es posible sentir vergüenza de aspectos no morales, como por ejemplo, nuestra orientación sexual, nuestro color de piel o cualquiera otra característica. Si es una característica positiva, obviamente la vamos a querer tener de acuerdo con la construcción de identidad que hayamos hecho, y si es una característica negativa o que es considerada socialmente como negativa, no la vamos a querer tener y aquí surge algo muy importante.

La vergüenza tiene que ver con nuestro ego personal y con un ideal del yo. Cuando nosotros somos niños, nuestras conductas no son neutrales, siempre están siendo evaluadas, siempre están siendo valoradas y pesadas por otras personas: nuestros familiares, nuestros amigos y la cultura en general. Entonces, ¿qué pasa? Poco a poco empezamos a internalizaresos valores, lo que Freud conocía como el superyó, y a formar una identidad social. Y esto ocurre sin que nosotros ni siquiera seamos conscientes de este proceso, pero pasa. Y entonces cuando crecemos, somos autoconscientes y nos sentimos expuestos frente a otro que nos está haciendo sentir que tenemos esa característica indeseable o que no tenemos esa característica deseable positiva. Bueno, entonces nos sentimos avergonzados, pero es muy importante recordar que esto sólo ocurre cuando nosotros aceptamos esa evaluación, cuando creemos que la otra persona tiene razón en decirnos que somos torpes, o no somos inteligentes, o somos feos, o tenemos tal o cual característica. Y además, juzgamos que tener o no tener esa característica es algo muy malo, algo que no debería ocurrir. Solo en ese contexto ocurre la vergüenza.

¿Por qué? Porque si estamos frente a otra persona y esa persona hace una evaluación de nosotros que nos parece que es injustificada, por ejemplo, nos dice que somos torpes y nosotros no creemos ser torpes, o nos dice que somos torpes y nosotros pensamos que sí, si lo somos, pero no le damos realmente un valor o una importancia a eso, entonces no ocurre la vergüenza. En el caso de la humillación, que es una prima cercana de la vergüenza, lo que pasa es que una persona puede estarnos humillando, nosotros podemos sentirnos humillados por otra persona, pero todavía no hemos aceptado por completo ese juicio. Entonces, ¿qué es lo que se produce? Se produce un sentimiento de ira, de enojo, quizás incluso de venganza, pero no de vergüenza.

Entonces, básicamente eso es lo que ocurre.

Bien, algunos piensan que la vergüenza tiene un valor en el sentido de que nos sentimos avergonzados o podemos sentirnos avergonzados por ciertas características que podemos perfeccionar en nosotros. Y en ese sentido, sería como una especie de aliciente moral que nos llevaría a mejorar aquellos aspectos de nuestro ser que tal vez no sean tan buenos. Entonces, esa forma de vergüenza puede ser positiva si nos lleva a mejorarnos a nosotros mismos. Lo contrario sería el desvergonzado, es decir, aquel que tiene un montón de vicios, un montón de defectos, y sin embargo, no siente vergüenza por ellos y en ese sentido no trata de mejorar.

Entonces, ¿cómo poder superar el sentimiento de vergüenza y al mismo tiempo no quedarnos estancados? Es decir, no ser unos desvergonzados. Aquí es donde yo metería el Mindfulness y la meditación. Básicamente, la meditación consiste en que podamos ser conscientes de nuestros pensamientos, de nuestras emociones y también de las emociones o pensamientos de los otros sin que eso nos altere o nos afecte.

Lo interesante del Mindfulness precisamente es que nos permite procesar las cosas de una manera profunda. Es decir, como decía antes, ser conscientes de ellas, no ser indiferentes ante ellas como ocurriría con el desvergonzado. Y, sin embargo, tampoco experimentar este sentimiento de vergüenza que en realidad nos limita a una identidad en particular y que realmente termina siendo en muchos casos dañina.

Entonces, yo diría que si bien la vergüenza puede ser positiva en algunos casos, sigue siendo muy limitante.

En esa medida, el Mindfulness, la atención plena o la meditación pueden ayudarnos a crear un espacio de libertad dentro de nuestro ser para poder seguir creciendo y mejorando sin tener que sentirnos avergonzados por nosotros mismos.

Bien, esta es una pequeña reflexión que les quería traer el día de hoy acerca de esta emoción.

Y bueno, si les interesó, si les gustó, suscríbanse al podcast para conocer más acerca de todos los temas que estoy tratando desde una perspectiva filosófica y también una perspectiva interdisciplinaria, y que también se sumen a las redes sociales y a las páginas asociadas a este podcast. Les mando un gran abrazo. ¡Chao!