¿Filosofía como terapia? La consultoría filosófica y la psicofilosofía

¿Alguna vez habías pensado en que es posible emplear a la consultoría filosófica como una herramienta terapéutica? ¿Y cómo se podría diferenciar esta práctica de una psicoterapia tradicional? En este artículo responderé esas preguntas. 

También hablaré de una aproximación terapéutica poco conocida, a la cual se podría denominar como psico-filosofía. Con este concepto se hace referencia a un empleo integral de conocimientos, métodos y técnicas provenientes de la psicología y la filosofía.

Con ello se hace posible tratar a cada persona como un ser singular con dimensiones emocionales, cognitivas, existenciales, éticas, políticas, espirituales… Y muchas más. 

El esfuerzo por curar el alma. ¿Cómo empieza la necesidad de ir a terapia? 

Primeramente me gustaría hacer algunas aclaraciones en torno al arte de sanar el alma. ¿Qué es el alma? En términos actuales solemos conocerla con el concepto de mente, e implica un estado específico de consciencia:

Consciencia de soledad, de muerte, de pérdida, de impotencia o de cualquier otro aspecto negativo de la vida… En cualquier caso, conciencia de insatisfacción. En esos momentos algo parece faltar en el campo de nuestra experiencia, y muchas veces no sabemos en qué consiste esa ausencia.

¿Será falta de dinero, de pareja, de poder o de algún elemento externo? Muchas personas buscan esos objetos para sentirse mejor, y, aun cuando consiguen satisfacerlos en mayor o menor medida, siguen sintiendo un vacío interior. 

Después de mucho tiempo sin tener una solución tratan de buscar alguna respuesta en otra persona. En tiempos antiguos esa persona solía ser representada por un sacerdote, quien recibía el dolor ajeno mediante una confesión religiosa. 

Actualmente se ha debilitado esta costumbre, y, más bien, acudimos  con terapeutas profesionales. Para muchas personas Freud ha ocupado el lugar de Dios. La psicología se ha encargado de explicar el mundo interior a través de teorías relacionadas a traumas infantiles,  pensamientos irracionales o mecanismos inconscientes. 

Ya no se habla de perdonar un pecado sino de perdonarse a uno mismo…

Así comienza el esfuerzo por ir a terapia. Se va con el fin de curar al niño interior, superar bloqueos emocionales o corregir ciertas conductas tóxicas. 

Todo eso está muy bien. 

¿Pero qué pasa cuando el problema es más profundo? 

¿Qué pasa cuando no solo se trata de mí como persona, sino también de una crisis existencial y espiritual? 

¿Qué ocurre si mi dilema es ético, religioso o político?

En esos casos difícilmente nos ayudará una psicoterapia tradicional, por lo cual vale la pena explorar una alternativa: la consultoría filosófica. 

¿Qué es la consultoría filosófica?

La consultoría filosófica es un esfuerzo por hallar en la filosofía una fuente de vida, en lugar de enterrarla dentro de un libro o un salón universitario. Se trata de ver cómo toda nuestra existencia está impregnada por una filosofía oculta, de la cual tenemos muy poca consciencia.  

¿A qué me refiero con esto? Piensa en tus creencias más preciadas, ya sea de carácter moral, religioso o existencial. ¿Cómo piensas el deseo? ¿Cómo entiendes la libertad? ¿Qué es para ti ser feliz, o tener una buena vida? Tus respuestas determinarán tu filosofía personal, o, en todo caso, tu manera de ver el mundo. 

Muchas personas tienden a pensar en el quehacer filosófico como algo inútil. ¿Y para qué sirve? Dicen. No se dan cuenta de cómo cualquier ser humano tiene una teoría filosófica inconsciente acerca de sí mismo, los otros y el universo mismo. 

Esto ha sido un gran hallazgo para mí. También se ha convertido en un valioso conocimiento para entender a otras personas. 

En alguna ocasión tuve una pareja que amaba mucho una banda de música llamada Muse (ustedes seguramente la conocen). ¿Por qué la amaba tanto? Yo no lo entendía. Pero después de un tiempo comencé a verlo. Ese amor venía de un fondo filosófico muy profundo, con respecto al cual yo no había reparado. 

Entonces todo tomó sentido. 

A todos nosotros nos pasa lo mismo. Nuestros amores y odios vienen de algo más hondo. Por ejemplo, protegeremos algo si lo concebimos como valioso, verdadero, bello o real. Por el contrario, despreciaremos aquellos momentos o elementos contrarios a tales ideales:

Tal vez una persona ame el control porque no ve nada beneficioso en la espontaneidad, u odie a la sociedad porque la vea como una corruptora de nuestra naturaleza interior. 

Frecuentemente estas visiones del mundo nos resultan totalmente desconocidas. A veces llegamos a expresar verbalmente algo totalmente opuesto a ellas. Y, sin embargo, nos guiamos inconscientemente por esas formas limitadas de interpretación… Ellas forman una prisión. 

La consultoría filosófica busca romper esos barrotes. Intenta hacerle ver al otro cómo están tejidas sus ideas, y, así, ayudarle a crear nuevas formas de vida. 

¿Cómo se diferencia la psicología de la consultoría filosófica?

En términos generales la psicoterapia se diferencia de la consultoría filosófica en la medida en que la primera se ocupa fundamentalmente de entender procesos psicológicos individuales a partir de una cierta teoría sobre el funcionamiento mental, y, por otro lado, la segunda se preocupa por explorar elementos filosóficos universales del ser humano. 

Por ejemplo, el psicoanálisis tiene una teoría muy específica acerca del funcionamiento de la mente inconsciente. Un psicoanalista ve represiones y mecanismos defensivos en todos lados, y, en buena medida, su terapia se reduce a confirmar este pensamiento. 

Lo mismo ocurre si hablamos de un terapeuta cognitivo conductual o un terapeuta gestáltico. Cada uno de ellos percibe a su cliente de acuerdo con una perspectiva muy específica. El primero va a hablar siempre de transformar pensamientos irracionales y patrones cognitivos disfuncionales. Por el contrario, el segundo va a preocuparse por llevar a su cliente al “aquí y el ahora”, o el momento presente. 

Cada escuela psicológica tiene un modo específico de pensar a la mente, lo cual llega a ser muy limitante. 

La consultoría filosófica no se centra en procesos mentales sino en ideas. Ahora bien, no se preocupa por estas ideas meramente desde una perspectiva teórica o abstracta. Más bien trata de entender cómo ellas se expresan a nivel emocional, imaginativo o corporal. 

¿Y cómo explora estas cuestiones? 

A través de diálogos, de preguntas, de ejércitos de visualización, de acciones corporales, de poesía, de lectura de textos filosóficos… 

Para mí esta es una diferencia fundamental entre la consultoría filosófica y la psicoterapia:

En la práctica con filosofía no se habla de estilos cognitivos, traumas infantiles o formas de apego, sino de cómo ciertas creencias limitadas sobre el amor, la libertad, el sexo o cualquier otro tema se reflejan a nivel vital. Al nivel de nuestras conductas diarias. 

Para lograr esto hace uso de más de 2000 años de enseñanzas filosóficas. 

Modelos de consultoría filosófica

Si bien la idea de que una práctica filosófica es capaz de ayudarnos a conocernos mejor y vivir una buena vida ha estado presente desde el principio mismo de esta actividad humana, la consultoría filosófica como tal nació hace un tiempo relativamente corto.

Sin embargo, en ese tiempo han proliferado diversos sistemas teóricos y metodológicos para llevar a cabo su práctica. A continuación revisaremos solamente algunos de ellos. 

Consultoría filosófica de Ran Lahav

La consultoría filosófica de Ran Lahav— un filósofo de origen Israelí— consiste en explorar de manera profunda y abierta las experiencias de cada persona. Procura comprender de manera muy minuciosa qué patrones emocionales, intelectuales y conductuales se presentan en diversas situaciones de vida, y, a partir de ellos, entender qué comprensión filosófica implícita está detrás de ellos. 

Por ejemplo, si una persona tiende a conversar con otras personas solamente en la medida en que estas satisfacen sus deseos personales es posible que comience a revelar inconscientemente una cierta teoría sobre las relaciones interpersonales. Por ejemplo: “Las otras personas solo valen en la medida en que me satisfacen”.

A partir de esta teoría el consultor es capaz de comenzar a explorar qué ideas sostienen ese modo inconsciente de ser con el fin de superarlas. 

La consultoría de Lahav tiende a ser profunda, gentil y paciente con el ritmo de cada persona. Su finalidad es liberar al individuo de sus modos limitados de experimentar la vida, mas suele ceñirse al ritmo propio de cada consultante. 

Consultoría filosófica de Óscar Brenifier

La práctica filosófica propuesta por Óscar Brenifier se caracteriza por hacer uso de una estrategia muy confrontativa con la finalidad de llevar al otro a “pensar lo imposible”. En esta modalidad el consultor se comporta como un cazador, esforzándose por hacerle ver a su consultante qué contradicciones internas están presentes en su discurso. 

¿Para qué hace esto?

El objetivo es poner en crisis el sistema de creencias de la otra persona. Hacerle ver las limitaciones inevitables de su propio pensamiento. Para lograr esto se le exige al otro expresarse con mucha claridad y precisión, pues espera hacerle ver el peso de sus palabras. 

La consultoría de Brenifier tiende a ser muy desafiante y exigente, pues considera que las personas tienden a autoengañarse y huir de las consecuencias de su pensamiento. Por eso esta forma de terapia filosófica se esfuerza por superar tales resistencias. 

Consultoría filosófica de José Barrientos

José Barrientos, un filósofo de origen español, ha desarrollado una forma de consultoría filosófica muy interesante, inspirándose en el pensamiento de María Zambrano y su concepto de “razón poética”. 

Él plantea la importancia de llevar a cabo ejercicios filosóficos capaces de tocar realmente nuestra experiencia. No basta con pensar algo: es necesario sentirlo. Por eso su consultoría se dedica a realizar ejercicios prácticos con imágenes, música, prácticas contemplativas, ejercicios corporales o técnicas de visualización.

De esta manera se produce una comprensión filosófica realmente cercana a lo sensorial, a lo poético, a lo vivo…

Su finalidad última es producir una transformación real en el modo de ser de la otra persona, mostrándole cómo existen maneras mucho más ricas de mirar, escuchar y sentir.

Integrando psicología y filosofía: la psicofilosofía como herramienta para el autoconocimiento emocional e intelectual

‍La psicología y la filosofía tienen un espacio en este mundo. Estamos hechos de muchas dimensiones, pues somos seres espirituales y materiales, sensoriales e intelectuales… Muchas terapias se enfocan solo en uno u otro aspecto. 

Se esfuerzan por corregir el pensamiento y abandonan el sentimiento, o exploran el pasado y olvidan el presente. Eso no le hace ningún favor a la complejidad humana. 

¿Qué hace un psicólogo? Intenta comprender cómo funciona la mente de una persona. ¿Qué hace un filósofo? Se esfuerza por saber cómo esa mente se relaciona con el resto de la realidad. 

Tal vez un psicólogo nos hable del amor en términos de confianza, intimidad o pasión. Todo eso es muy importante. Pero el filósofo es capaz de hacer ver y sentir cómo el amor también es unidad y plenitud con el otro, e, incluso, con el universo. 

Tal vez un psicólogo nos hable de la soledad como producto del ambiente, o de una incapacidad para socializar, más un filosófo nos hará comprender una forma de soledad metafísica y existencial. 

La psicología nos hablará de cómo nos hace sentir haber hecho algo malo, mas un filósofo nos ayudará a cuestionar qué es el bien y qué es el mal.   

¿Qué está más allá de la psicología y la filosofía? Una perspectiva integradora, mediante la cual sea posible trabajar extensamente con una persona, tanto en los niveles más comunes y vulgares como en los más elevados. 

La psico-filosofía es la unidad entre lo interno y lo externo de nuestro ser…

Conclusiones

Cuidar nuestro ser es un deber ético fundamental con nosotros mismos, y, por encima de todo, es un acto de amor. A lo largo tiempo se han desarrollado múltiples teorías y métodos para tratar al espíritu dolido, mas nos es posible darnos cuenta cómo ninguno de ellos es suficiente por sí mismo. Es necesario hacer uso de un enfoque integral. 

La psico-filosofía da cuenta de esta importancia al valorar las grandes  aportaciones realizadas por ambas disciplinas. ¿Cómo integrarlas en una práctica terapéutica? Eso dependerá de cada persona y situación. ¿Por qué? Porque no debemos ajustar la vida a la teoría, sino la teoría a la vida…

Preguntas Frecuentes 

¿Cómo se compara la terapia filosófica con la terapia psicológica?

La terapia filosófica y la terapia psicológica se diferencian principalmente en su enfoque. La terapia psicológica se centra en procesos mentales individuales, como traumas y patrones de pensamiento, mientras que la terapia filosófica explora cuestiones existenciales, éticas y de significado. La primera puede utilizar técnicas como el psicoanálisis o la terapia cognitivo-conductual, mientras que la segunda emplea el diálogo filosófico y la reflexión crítica.

¿Cuáles son los beneficios de la consultoría filosófica?

La consultoría filosófica puede ayudar a las personas a clarificar sus valores y creencias, proporcionando una comprensión más profunda de sus problemas existenciales. Puede fomentar el autoconocimiento, mejorar la toma de decisiones y ofrecer nuevas perspectivas sobre la vida y los desafíos personales. Además, puede ser útil para abordar crisis existenciales y preguntas sobre el sentido de la vida.

¿Qué técnicas se utilizan en la consultoría filosófica?

La consultoría filosófica utiliza una variedad de técnicas, incluyendo el diálogo socrático, ejercicios de visualización, lectura de textos filosóficos, y prácticas contemplativas. Estas técnicas ayudan a los consultantes a reflexionar sobre sus creencias y valores, identificar inconsistencias y desarrollar nuevas perspectivas sobre sus problemas.

¿Cómo puede la consultoría filosófica ayudar en la toma de decisiones?

La consultoría filosófica puede ayudar en la toma de decisiones al proporcionar un espacio para reflexionar sobre los valores y principios que guían nuestras elecciones. A través del diálogo y la reflexión crítica, los consultantes pueden clarificar sus prioridades y considerar las implicaciones éticas y existenciales de sus decisiones, lo que puede llevar a decisiones más conscientes y alineadas con sus verdaderos valores.

¿Qué es la psicofilosofía y cómo se diferencia de la psicoterapia y la consultoría filosófica?

La psicofilosofía es una disciplina integradora que combina métodos y conocimientos tanto de la psicología como de la filosofía para abordar problemas emocionales, cognitivos y existenciales. A diferencia de la psicoterapia, que se enfoca principalmente en procesos psicológicos y traumas, y la consultoría filosófica, que explora cuestiones existenciales y éticas, la psicofilosofía busca tratar al individuo de manera holística, considerando tanto sus dimensiones emocionales como sus creencias filosóficas.