“Para mí, la filosofía es un modo de reconoctarme con el universo. Es una manera de expandir mi mente y descubrir una belleza extraordinaria palpitando en su interior. Una armonía oculta para nuestra sensibilidad ordinaria…”
Erick ha pasado su vida intentando conocerse a sí mismo, y, a la vez, comprender la realidad. Eventualmente se dió cuenta de que ambos anhelos estaban profundamente entrelazados. Este afán lo llevó a estudiar psicología y filosofía como carreras profesionales, dando lugar a una inmersión teórica y existencial en temas de filosofía oriental, espiritualidad, metafísica y crítica cultural. Actualmente se siente muy interesado por el modo en que estas disciplinas pueden transformar significativamente nuestro modo de relacionarnos con el mundo, alterando nuestras formas de sentirlo, percibirlo y pensarlo. Para él, pensamiento, vida y consciencia forman una sola unidad en un camino integral de autodesarrollo.
“El desarrollo espiritual puede ser comparado con un viaje heroico, tal y como se ha descrito en múltiples mitologías ancestrales. Es una aventura hacia lo desconocido, con respecto a la cual nunca regresamos iguales”.
