Ciencia y Espiritualidad: Los Puentes Invisibles

La ciencia y la espiritualidad parecierán caminar por senderos distintos. La primera busca explorar el mundo en su aspecto medible y demostrable, siendo objetiva e impersonal. Nos imaginamos rápidamente a un hombre con bata blanca haciendo experimentos en su laboratorio. La segunda nos habla de una conexión profunda e interior con el mundo.

¿Pero qué si esta aparente distancia entre ambas fuera solo una ilusión?

En este artículo te voy a explicar en qué se basa esta idea de que somos el universo experimentándose a sí mismo.

Ciencia y espiritualidad: dos caminos conectados

Durante gran parte de mi vida me he preguntado cómo conectar el espíritu con la naturaleza. ¿De qué me hablan los átomos en mi cuerpo? ¿Cómo se vinculan ciertas frecuencias vibratorias, tal y como las explica la física y la matemática, con un estado emocional de salud? Tal vez tú mismo te hayas hecho estas preguntas. Para mí no existe una dualidad entre lo subjetivo —como nuestros sentimientos y emociones— y lo objetivo. La naturaleza exterior y el espíritu interior forman una sola unidad.

¿Es posible que ciencia y espiritualidad no sean sino dos perspectivas de una misma verdad, cada una enfocada en un aspecto distinto de la misma?

Para entenderlo, imaginemos el universo como un océano vasto e interminable. La ciencia nos da el mapa, mostrando las corrientes visibles y trazando líneas claras en el agua. La espiritualidad, en cambio, nos invita a zambullirnos en esas aguas, sintiendo cada ola como parte de una danza llena de vida. Cuando sentimos una fuerza natural desde adentro la convertimos en algo sagrado.

Unidad y entrelazamiento cuántico. Entre la física y la mística 

Pongamos el caso de una unidad en todo el universo. Según muchas tradiciones místicas nunca somos realmente individuos separados, pues en el fondo existe un solo SER. ¿Y qué somos nosotros? Solo somos maneras de ser ese SER. Nuestra sustancia es la misma, aunque tengamos muchas formas diferentes:

¿Qué tienen en común un gato, un árbol y un ser humano? Todos ellos vendrían siendo expresiones de una misma realidad.

La física cuántica parece sugerir algo similar dentro de sus propias teorías, aunque lo hace desde una perspectiva diferente. En ello se basa el concepto del entrelazamiento cuántico, según el cual dos partículas son capaces de mantener una conexión a años luz de distancia.

No es que la información "viaje" entre ellas (lo cual sería imposible, pues implicaría sobrepasar la velocidad de la luz). Más bien ambas partículas parecen ser manifestaciones de una misma unidad. Es como si no existiera realmente una distancia entre ellas.

Para muchos teóricos esto se da en todo el universo… Todo estaría entrelazado, funcionando como un solo campo de existencia.

¿Afecta nuestra consciencia al mundo? El efecto del observador

¿Qué es la consciencia y cómo se relaciona con el mundo "externo"? Durante mucho tiempo se pensó que la ciencia era totalmente objetiva. Los científicos podían observar y medir el mundo desde una cómoda distancia, sin preocuparse por perturbarlo de alguna forma.

Entonces llegó el desarrollo de la teoría cuántica y el "efecto del observador", según el cual el mundo subatómico actúa de manera diferente cuando es observado. Al hacerlo se comporta como una partícula. De lo contrario se manifiesta como una onda…

La idea de que nuestra consciencia podría ser capaz de afectar el mundo físico fue revolucionario en su momento. Con el tiempo muchos científicos y filósofos han abrazado la idea, aunque otros la han rechazado. En el fondo ella desafía el paradigma de que solo la materia existe. Nos permite pensar en nuestro papel como verdaderos participantes y co-creadores del mundo.

Para los físicos esta posibilidad fue intrigante y amenazadora. Sin embargo, para el budismo —y otras tradiciones espirituales— siempre ha sido una verdad esencial: el observador y lo observado son dos reflejos del mismo lago. Pensemos en la meditación:

Al sentarnos en silencio, conectados solo a nuestra respiración, casi podemos percibir la resonancia del universo dentro de nosotros mismos. En algunos casos nuestra propia individualidad —con todo y cuerpo— puede desaparecer en un espacio de consciencia pura. Nos convertimos en puro ser. En pura unidad y existencia…

Los estados meditativos podrían ser pensados como ventanas a una dimensión interior de la naturaleza, a las cuales tenemos acceso en momentos de apertura y silencio. No es coincidencia que quienes han experimentado estados de meditación profunda hablen de sensaciones de unidad, o de "estar en casa".

Erwin Schrödinger y la idea de una mente cósmica

En 1935, Erwin Schrödinger, uno de los padres de la mecánica cuántica, realizó un viaje a la India que tuvo un impacto profundo en su visión del universo y en su pensamiento filosófico. En ese entonces, Schrödinger era ya célebre por su trabajo en física cuántica. Sin embargo, más allá de la ciencia, Schrödinger siempre tuvo una inclinación por los grandes interrogantes de la existencia, y en la India encontró ideas que resonaban con su búsqueda.

Durante su estancia, Schrödinger se interesó profundamente por el Vedanta, una antigua filosofía india que explora la naturaleza de la realidad y la unidad fundamental de todas las cosas. Para el físico, la idea vedántica de que todo ser es una expresión de una única conciencia universal encajaba de algún modo con la intuición cuántica de que la realidad no es simplemente un conjunto de objetos separados, sino un todo interconectado.

La idea de una conciencia universal —de una "Mente Única" de la cual somos manifestaciones temporales— se convirtió en uno de sus temas recurrentes, como lo podemos comprobar en estas palabras:

"La mente, por su propia naturaleza, es un singular tantum. Debería decir: el número total de mentes es solo una. Me atrevo a llamarla indestructible, ya que tiene un horario peculiar, es decir, la mente siempre está en el ahora. Realmente no hay un antes ni un después para la mente." (Schrödinger 1992a, p. 135)

Y también estas:

"En verdad solo hay una mente. Esta es la doctrina de los Upanishads. Y no solo de los Upanishads. La unión mística experimentada con Dios regularmente conlleva esta actitud." (Schrödinger 1992a, p. 135).

Conclusiones

¿Qué nos sugieren todas estas ideas? La posibilidad de que el mundo material y objetivo sólo sea una expresión externa de algo más profundo, capaz de ser conocido interiormente. La espiritualidad se convierte en una manera de "sintonizarnos" con esta verdad… De entrar en una frecuencia capaz de ponernos en contacto con ella.

En la espiritualidad New Age, la idea de frecuencia y vibración se ha popularizado, y aunque a menudo se percibe como algo esotérico, en la ciencia tiene raíces reales. Todo en el universo vibra en una frecuencia específica, y nuestras propias células, como las cuerdas de un instrumento, resuenan con esos ritmos. La matemática lo entiende con sus ecuaciones, la física lo observa con sus instrumentos y nosotros lo experimentamos en nuestra propia consciencia.

Tal vez la práctica de la meditación, o de la introspección profunda, sea una manera de sintonizarnos, de ajustar nuestra frecuencia para entrar en armonía con el todo. De esa manera volvemos a nuestra fuente original.

Preguntas Frecuentes

¿Cómo se relaciona la física cuántica con la metafísica?

La física cuántica y la metafísica están conectadas en su exploración de la naturaleza profunda de la realidad. Mientras la física cuántica examina fenómenos a niveles subatómicos, desafiando nuestras nociones de tiempo, espacio y causalidad, la metafísica busca entender los principios fundamentales detrás de lo que existe. Ambas disciplinas plantean preguntas sobre el papel de la conciencia, la conexión entre mente y materia, y si la realidad es creada o influenciada por la observación.

¿Qué significa el concepto de "observador" en física cuántica y metafísica?

En física cuántica, el observador se considera esencial, ya que el acto de observar una partícula puede colapsar su función de onda, "fijándola" en un estado particular. En metafísica, esto se interpreta como una indicación de que la conciencia podría ser fundamental para la realidad misma. Algunos pensadores sugieren que, a nivel metafísico, nuestra percepción y conciencia pueden influir en el mundo, una idea que resuena con antiguas creencias sobre el poder de la mente.

¿Puede la física cuántica explicar el "todo está conectado" de la metafísica?

Sí, el concepto de entrelazamiento cuántico sugiere que dos partículas pueden permanecer conectadas independientemente de la distancia. Esta idea se asemeja a la noción metafísica de la unidad de todo lo existente. En el nivel cuántico, el entrelazamiento muestra que la separación es una ilusión, y esta interconexión refuerza la intuición metafísica de que todo en el universo está unido por fuerzas invisibles y profundas.

¿Cómo influye la física cuántica en nuestra comprensión de la conciencia?

Algunos científicos y filósofos sostienen que la conciencia podría tener propiedades cuánticas, argumentando que la mente funciona en niveles más profundos de la realidad cuántica. Teorías como la de Roger Penrose sugieren que la conciencia emerge de procesos cuánticos en el cerebro, lo que implicaría que la mente humana puede estar "sintonizada" con la estructura fundamental del universo.

¿Qué implicaciones tiene la física cuántica para la naturaleza de la realidad y el destino?

La física cuántica, al introducir el concepto de probabilidad en lugar de certeza, sugiere que la realidad no está completamente predeterminada. Esto plantea preguntas metafísicas sobre el destino y la posibilidad de que los eventos puedan influirse mutuamente de manera no lineal. Desde esta perspectiva, nuestra realidad podría estar en constante cambio, permitiendo la coexistencia de múltiples futuros posibles y una interacción dinámica entre nuestras decisiones y el universo.