Bodhisattvas: Embajadores de la Compasión en el Budismo

Más allá del gozo de la consciencia pura está el regreso compasivo al mundo, tal y como nos lo enseña el Bodhisattva.

23/9/2024
·
10 min
·
Erick Güitrón
Bodhisattvas: Embajadores de la Compasión en el Budismo
Despertando a la Filosofía

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Muchas veces, nuestros ejercicios de meditación están orientados a relajarnos, sentirnos mejor o, en algunos casos, alcanzar una liberación espiritual privada. Al tener esta perspectiva olvidamos una faceta fundamental del budismo y otras tradiciones espirituales:

El amor y la compasión hacia el sufrimiento de otros.

En este artículo revisaré qué diferencia podemos hallar entre los estados de absorción en una consciencia plena y, por otro lado, la búsqueda de compartir nuestro bienestar con otros seres.

El Samadhi, los jhanas y la consciencia pura. ¿Una trampa espiritual?

En Oriente existen dos enfoques clave hacia la liberación:

Por una parte, tenemos prácticas de autoabsorción en un espacio de consciencia pura. En este estado, el meditador se desconecta de sus sentidos y entra en un estado de silencio total conocido como samadhi en el hinduismo.

En él se experimenta una profunda paz y gozo interior, en donde el cuerpo, e incluso el mundo externo, llegan a desaparecer.

Este espacio meditativo resulta extraordinario porque durante mucho tiempo Occidente ha visto a la consciencia en términos totalmente distintos. Ya sea porque no llegara a distinguir realmente entre ella y la mente o porque pensara a la consciencia siempre en términos de su contenido. Desde esta última perspectiva no podría haber consciencia pura porque la consciencia siempre sería consciente de algo: un pensamiento, una emoción, o una sensación.

La experiencia de consciencia pura es maravillosa y profundamente placentera. Como no hay sensaciones, tampoco hay perturbación. Muchos yoguis han llegado a ella y han buscado permanecer en su interior, aún cuando se alejaran del mundo, de su cuerpo y de sus sentidos para lograrlo. En algún sentido renunciaban al movimiento vital —tan saturado de dolores— para reposar en el vacío de esa consciencia inmóvil.

En el budismo, estos estados de alto bienestar y placer a menudo se conocen como jhanas. Son vehículos capaces de llevar a sus practicantes hacia un estado de liberación personal, pero, como sugieren muchas enseñanzas budistas, quedarse en estos estados puede ser una trampa. Los practicantes pueden volverse tan cautivados por el placer y la paz interna que pierden de vista la compasión y el amor hacia los demás.

El bodhisattva, en cambio, representa el ideal opuesto: sacrifica la liberación personal para continuar en el ciclo del samsara y ayudar a los seres sufrientes.

El Bodhisattva como figura del amor universal

¿En qué consiste la figura del Bodhisattva?

Un bodhisattva es alguien que, habiendo alcanzado un nivel de iluminación personal, elige no retirarse a estos estados de bienestar y autoabsorción plena, sino permanecer en el mundo para ayudar a todos los seres a alcanzar la liberación. Es como como decía el maestro budista Shantideva:

Todos los seres desean la felicidad, pero el bodhisattva busca la felicidad para los demás primero.

La ética budista no está basada en reglas o dogmas externos, sino en un profundo sentido de preocupación por el otro. El bodhisattva no sigue una serie de prescripciones morales, pues actúa desde el corazón, o desde una compasión que brota naturalmente de la conciencia pura. En este sentido, no se preocupa por obedecer conceptos abstractos de moralidad, sino por el bienestar concreto de todos los seres.

Esto es muy importante porque frecuentemente se confunde a la espiritualidad con la moralidad, tal y como llegó a mencionar el filósofo japonés Kitaro Nishida. Muchos de nosotros habremos conocido personas cuya aparente amabilidad no procede de una auténtica bondad sino meramente de una idea social de cómo deben comportarse para sentirse bien consigo mismos, o, incluso, para conseguir poder o estatus social.

Nada más lejos del amor expresado por el Bodhisattva.  

Ejercicios para el cultivo de una vida amorosa y consciente:

1. Meditación de Amor y Compasión (Metta Bhavana)

La Meditación Metta es una de las prácticas budistas más conocidas para desarrollar el amor bondadoso y la compasión. El objetivo de este ejercicio es cultivar "amor incondicional" primero hacia uno mismo y luego hacia los demás. Aquí te dejo un esquema básico de cómo practicarlo:

  1. Siéntate cómodamente en un lugar tranquilo. Cierra los ojos y comienza enfocándote en tu respiración, calmando tu mente.
  2. Comienza generando sentimientos de bondad amorosa hacia ti mismo. Puedes repetir mentalmente frases como: Que esté bien. Que sea feliz. Que esté libre de sufrimiento.
  3. Expande este sentimiento hacia personas cercanas a ti, como familiares o amigos, deseándoles lo mismo: Que estén bien. Que sean felices. Que estén libres de sufrimiento.
  4. Extiende estos deseos a personas neutrales y finalmente a aquellas con las que tengas dificultades, deseándoles igualmente amor y compasión.
  5. Por último, expande este sentimiento hacia todos los seres, sin distinción.

Este ejercicio ayuda a romper las barreras del ego y a cultivar una compasión que se extiende a todos los seres, no solo a aquellos que te agradan.

2. Meditación Tonglen:

La práctica budista del Tonglen se centra en dar y recibir compasión. Aquí, en lugar de buscar evitar el sufrimiento, tomamos conscientemente el sufrimiento de los demás y enviamos amor y alivio en su lugar. Este es un ejercicio poderoso para desarrollar una conexión más profunda con el sufrimiento ajeno y la compasión.

  1. Siéntate en una posición de meditación, relajando tu cuerpo y mente.
  2. Mientras inhalas, visualiza que tomas el sufrimiento de alguien (puede ser una persona específica o la humanidad en general) en forma de una nube oscura.
  3. Al exhalar, visualiza que envías luz, amor y alivio a esa persona, devolviendo bienestar y felicidad.
  4. Continúa este ciclo, inhalando sufrimiento y exhalando compasión.

Esta práctica permite abrir el corazón al sufrimiento de los demás y ayuda a desarrollar una conexión más profunda con el bienestar colectivo.

3. Reflexión sobre la Impermanencia:

Un ejercicio práctico de reflexión es meditar sobre la "impermanencia" de la vida. Esta práctica nos recuerda que tanto nosotros como los demás estamos sujetos al cambio constante, lo que genera una mayor empatía y compasión hacia las experiencias de los otros.

  1. Encuentra un lugar tranquilo donde puedas reflexionar sin interrupciones.
  2. Recuerda que todos los seres, sin importar su estado actual, experimentan dolor, envejecen y, eventualmente, fallecen. Visualiza cómo todas las personas, incluso aquellas que te causan conflictos, están igualmente sujetas a estas realidades.
  3. Reflexiona sobre lo que significa vivir con esa conciencia y cómo puedes actuar con más bondad y compasión hacia los demás.

4. Meditación Guiada del Bodhisattva:

Esta meditación está inspirada en la figura del bodhisattva, quien, como ya hemos visto, elige trabajar por la liberación de todos los seres antes que buscar su propio bienestar individual.

  1. Cierra los ojos y respira profundamente.
  2. Visualízate como un bodhisattva, comprometido a ayudar a los demás. Imagina que cada respiración que tomas es una oportunidad para generar compasión y alivio para los seres sufrientes del mundo.
  3. Mientras exhalas, imagina que estás ofreciendo alivio, ayuda y amor a todos los que lo necesitan, incluyendo aquellos que no conoces.
  4. Repite esta práctica, sintiendo el compromiso de ayudar y eligiendo conscientemente la compasión como camino de acción.

Conclusiones

La conciencia pura, caracterizada por una profunda paz interior y ausencia del ego, es a menudo vista como un estado de gozo individual. Sin embargo, cuando este estado se queda en la autoabsorción corre el riesgo de volverse incompleto. El verdadero despertar, según las enseñanzas budistas, ocurre cuando este gozo se extiende a los demás a través del amor y la compasión activa. El desafío es reconocer que la conciencia plena no solo busca la paz personal, sino también la liberación colectiva.

El bodhisattva ejemplifica esta reconciliación: logra la conciencia pura, pero elige actuar en el mundo, expandiendo la compasión hacia todos los seres. ¿Podemos, entonces, realmente alcanzar la paz si no nos preocupamos también por el sufrimiento ajeno?

Preguntas Frecuentes

1. ¿Cuál es la diferencia entre autoabsorción y meditación compasiva en el budismo?

La autoabsorción es un estado de profunda concentración interna, donde el practicante puede desconectarse de los sentidos y del mundo exterior, buscando una experiencia de conciencia pura y paz interior. Es común en tradiciones como el hinduismo, en la práctica de samadhi. Sin embargo, en el budismo Mahayana, este estado es visto como incompleto si no se complementa con la compasión. La meditación compasiva, representada por la figura del bodhisattva, no solo busca la liberación personal, sino también la liberación de todos los seres. Mientras la autoabsorción puede llevar a un placer individual, la meditación compasiva se enfoca en el bienestar colectivo.

2. ¿Qué es la alta valencia en los estados meditativos?  

La alta valencia se refiere a los estados de placer profundo que se experimentan durante la meditación, pero no en el sentido convencional de euforia o alegría. En los estados de alta valencia, el practicante experimenta una armonía interna y una sensación de bienestar sereno, sin la necesidad de emociones intensas. Estos estados son altamente placenteros, pero no están marcados por el entusiasmo que generalmente asociamos con el placer. En lugar de eso, son estados de profunda calma y equilibrio emocional, generados por la disolución del ego y la inmersión en la conciencia pura.

3. ¿Qué es el concepto del bodhisattva y cómo se relaciona con la compasión en el budismo?

El bodhisattva es una figura central en el budismo Mahayana, que representa a alguien que, habiendo alcanzado el umbral de la iluminación personal, decide no entrar en el nirvana hasta que todos los seres sean liberados del sufrimiento. Esto refleja un profundo compromiso con la compasión. A diferencia de quienes buscan la liberación individual a través de la autoabsorción o la meditación aislada, el bodhisattva actúa con amor y compasión activa hacia todos los seres, reconociendo que la verdadera liberación implica ayudar a los demás a alcanzar la liberación colectiva. En este sentido, la compasión es tanto una virtud espiritual como una acción ética.

4. ¿Cómo se relacionan los estados de conciencia plena con la ética budista de la compasión?

En el budismo, los estados de conciencia plena o mindfulness no solo son una práctica meditativa para alcanzar la paz interior, sino que también están profundamente conectados con la ética de la compasión. La conciencia plena nos permite ver claramente el sufrimiento de los demás y nos impulsa a actuar con amor y compasión. Esta ética no está basada en dogmas o reglas estrictas, sino en la preocupación genuina por el bienestar de todos los seres. A través de la conciencia plena, el practicante aprende a actuar desde un lugar de compasión natural, reconociendo la interconexión de todas las formas de vida.

Referencias

  1. Gyatso, T. (1995). The Path to Enlightenment. Snow Lion Publications, USA.
  2. Kornfield, J. (2009). The Wise Heart: A Guide to the Universal Teachings of Buddhist Psychology. Bantam Books, USA.
  3. Thich Nhat Hanh. (1999). The Heart of the Buddha's Teaching: Transforming Suffering into Peace, Joy, and Liberation. Broadway Books, USA.

Despertando a la Filosofía

Este artículo forma parte de un proyecto liderado por Erick Güitrón, dedicado a explorar y difundir conocimientos en el ámbito de la filosofía. Además de artículos como este, el proyecto incluye un podcast, ebooks y servicios de consultoría, todos diseñados para profundizar en temas filosóficos y aplicar estos conocimientos a la vida cotidiana.

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Sobre el/la autor(a)

Erick Güitrón se ha dedicado el estudio de temas espirituales, metafísicos y existenciales desde joven, interesándose por comprender el mundo desde una multiplicidad de perspectivas complementarias. Una de sus mayores pasiones consiste en ayudarle a otras personas a descubrirse a sí mismas a través del empleo de herramientas psicológicas, filosóficas y contemplativas. Cuenta con estudios de licenciatura y maestría en filosofía, así como con una licenciatura en psicología.

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