Cómo despertar tu consciencia y alcanzar paz emocional a través de la contemplación

En el interior de una consciencia pura nace la contemplación. De la contemplación nace el mundo.

13/8/2024
·
8 min
·
Erick Güitrón
Cómo despertar tu consciencia y alcanzar paz emocional a través de la contemplación
Despertando a la Filosofía

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¿Cómo despertar nuestra consciencia? La idea del despertar espiritual está envuelta por un aura de misterio. Frecuentemente se piensa como un estado de consciencia sumamente extraño, y, en consecuencia, nos imaginamos a un ser iluminado como una persona radicalmente ajena a este mundo. 

Sin embargo, el estado de consciencia pura es totalmente ordinario, pues implica volver a nuestro estado natural de ser. Es extraordinariamente ordinario, como dirían algunos. En el fondo Implica una apertura silenciosa y expandida a nuestra realidad, así como una conexión espontánea y natural con el universo.

¿Qué pasaría si pudiéramos volver a asombrarnos con un árbol, una nube o cualquier otro fenómeno experimentado, tal y como cuando éramos niños? 

¿Qué tal si pudiéramos ponernos en contacto con otras personas desde un lugar de amor y no de juicio? 

¿Cómo nos  sentiríamos si fuéramos capaces de hallar belleza y libertad en cada momento, aún cuando fuera tan simple como caminar en una calle o hablar con un amigo?

En este artículo te mostraré cómo al practicar ejercicios contemplativos somos conducidos hacia una experiencia plena de esta vida. La contemplación, tal y como lo entiendo aquí, es otra manera de nombrar un estado meditativo, el cual nos permite habitar esta tierra de una manera mucho más libre.

Los peligros de tener una atención dispersa. ¿Por qué nos distraemos fácilmente? 

El estado ordinario de consciencia del ser humano se caracteriza por un desorden inquietante. Si pudiéramos hacerle zoom a nuestras mentes nos daríamos cuenta de cómo nunca estamos realmente en silencio: 

Cada día y cada noche somos saturados por un caos interno de voces llenas de órdenes, culpas o esperanzas.  De hecho, cuando salimos de vacaciones para descansar frecuentemente seguimos siendo perturbados por un mundo interior caótico. 

No importa qué hagamos, a dónde vayamos o qué nos compremos si nuestra consciencia está contaminada por un ego herido, un ego depresivo o un ego codicioso. 

Al cambiar el escenario interno únicamente modificamos una fachada de nuestro ser. Pero en esos casos el ser mismo continúa estando dañado…

Este estado de dispersión mental es conocido dentro del pensamiento oriental como “mente de mono”. Es esa mente renuente a descansar por un solo momento, pues siempre está moviéndose innecesariamente. Es incapaz de permanecer plenamente en el presente.  

¿Qué hacer para trascender este automatismo inconsciente? Para ello resulta fundamental desarrollar un hábito de contemplación.

La contemplación como cultivo del silencio interior y la calma mental

¿Qué es la contemplación? Es un estado de consciencia mediante el cual nos mantenemos totalmente atentos a algún aspecto de nuestra experiencia, ya sea un paisaje natural, un pensamiento o una emoción. 

En cualquier caso, lo importante es que durante esos momentos estemos presentes con ese fenómeno, sin llevar a cabo juicios morales o estéticos con respecto a él. Este es un hábito muy común. A nuestra mente le gusta evaluar qué está mal y qué está bien, o qué es verdadero y qué es falso. 

Tratamos de ordenar el ser a un “debería ser”, sin apreciar un momento, una situación o una persona por sí misma. 

Tal vez estés observando una planta en el patio de tu casa y repentinamente te des cuenta de cómo le están creciendo algunas hojas amarillas entre su mata verde, por lo cual sientas una compulsión por arrancarlas. En ese momento estás abandonando cualquier posibilidad contemplativa. 

¿Qué pasaría si abrieras tu consciencia y miraras esa planta como si se tratara de una pintura? Te invito a hacerlo. Te darás cuenta de cómo empiezas a apreciar en esa mezcla de colores una belleza muy especial. 

En mi vida cotidiana frecuentemente me detengo a observar puertas oxidadas, hojas de papel o suelos manchados. Es increíble darse cuenta de lo hermosos que resultan ser esos objetos cotidianos cuando los miramos con atención. 

Lo mismo pasa en muchas situaciones. Nos encontramos con una persona nueva e inmediatamente comenzamos a etiquetarla por cómo se viste o cómo habla. ¿Qué pasaría si en lugar de ello la escucharas realmente? Tal vez te sorprenderías. 

Existe un mundo lleno de sutilezas ahí afuera. Y aún así lo perdemos porque estamos ocupados con el ruido de nuestras propias cabezas. De esa manera nos volvemos insensibles. Nos quedamos dormidos frente a la luz del universo…

Cuando despertamos todo lo demás se despierta. Es como si repentinamente cada sensación se volviera más vibrante y energética:

Miramos una sonrisa y sentimos una gran ola de compasión. Escuchamos una sinfonía y nuestros ojos se llenan de lágrimas. Percibimos una montaña y nuestra sangre se hiela con admiración y asombro. 

Todo nos habla. Todo nos comunica y parece lleno de vida. 

Y, sin embargo, ese es el estado natural y puro de nuestra consciencia. Solo lo hemos olvidado al crecer…

¿Cómo se relaciona el vacío con la contemplación meditativa? Como el ego personal limita nuestra consciencia

En nuestra cultura solemos ver al vacío como algo malo. Lo asociamos con sentimientos depresivos o con una ausencia total de sentido en el universo. A eso se le ha llamado nihilismo en Occidente. 

En Oriente ocurre algo totalmente distinto. En culturas como China o Japón el vacío no es considerado meramente como una ausencia de contenidos, —una aterradora nada— sino más bien como un espacio totalmente positivo de realidad. Para ellos es esa fuente divina de donde emanan todas los seres. 

Prácticas contemplativas como el zazen buscan dar lugar a este vacío dentro de nuestra experiencia cotidiana. ¿Por qué? Porque solo de esa manera somos capaces de llenarnos con el mundo entero.  Solo piénsalo:

¿Qué pasaría si estuvieras escuchando música con un volumen altísimo mientras tratas de prestar atención al canto de un pájaro en el ambiente? El canto sería ahogado completamente por esa gran cantidad de ruido. 

Lo mismo pasa con nuestra consciencia. Cuando la mente está llena de palabras, ideas y agitaciones emocionales no logramos sentir realmente nuestras experiencias. Es como si estuviéramos anestesiados… 

¿Y qué anestesia está presente en nuestra existencia cotidiana? La del ego personal. Cuando vivimos desde el ego todo pasa por un filtro muy pesado… Es como si el mundo tuviera millones de colores, mas nosotros nos pusiéramos unas gafas que solo pueden percibir dos o tres de ellos. 

La realidad es bloqueada por una percepción muy estrecha. 

¿Qué pasa cuando le bajamos el volumen a la mente? El ego desaparece y solo queda un campo de experiencia profundamente intenso, y, a la vez, enormemente pacífico… 

Ya no decimos: “Yo escucho un sonido”, sino solamente “hay sonido”. Ya no decimos “Yo veo un color”, sino simplemente “hay color”. ¡Y qué extraordinarios son esos sonidos y colores! Resultan mucho más bellos, ricos y vivos. 

Al purificar nuestra conciencia el mundo se vuelve silencioso. Y de ese silencio vacío salen con mucha más fuerza esas experiencias que habían sido opacadas previamente por el ego y su incesante dispersión mental. 

Los haikus japoneses son poemas cuyo fin es despertar en nosotros esa sensación intuitiva de encontrarnos plenamente abiertos y presentes. A continuación te coloco algunos de ellos. Al leerlos te recomiendo que intentes darte cuenta de cómo detrás de esas imágenes está presente una sensación de inmenso vacío y paz:

Una rana se sumerge en el viejo estanque... El ruido del agua. Basho.
Cae la primera nieve, Luego se derrite, En rocío sobre el pasto. Yosa Buson.
Por la mañana, Mojado de rocío, Voy por donde quiero. Taneda Santôka

Cómo nutrir una vida consciente es capaz de transformar tu salud mental y espiritual 

En esta última sección explicaré algunos de los beneficios que aporta un estado de consciencia contemplativo. En otras palabras, de la capacidad para mantenerse meditativamente presente en nuestra vida. 

Apertura del asombro

Cuando nos permitimos sorprendernos ante el mundo, incluso en sus detalles más simples, rompemos el ciclo mecánico de hábitos largamente sostenidos. En esos momentos de asombro el tiempo parece detenerse y nos conectamos profundamente con el presente, abriendo un campo de percepción mucho más puro y vibrante. 

Lo ordinario nos parece extraordinario porque nuestra tendencia a meter todo dentro de ciertas ideas previas se debilita o se desvanece. El sentido común da lugar a una pasión por existir. Es como dice William Blake en uno de sus poemas más hermosos:

Para ver el mundo en un grano de arena y el cielo en una flor silvestre abarca el infinito en la palma de tu mano y la eternidad en una hora.

Apreciación de la belleza

La apreciación de la belleza nos permite contemplar el mundo con una mirada profunda e inmediata. Al desarrollar esta capacidad es posible llegar a encontrar lo más sublime en lo más cotidiano: en un rayo de luz o en el silencio del amanecer. Incluso es posible encontrar inspiración en lo feo o lo enfermo:

Un cadáver descompuesto nos podría hacer reflexionar profundamente sobre la muerte o exaltar nuestros sentimientos de finitud. Una pila de ropa vieja nos podría impresionar por su antigüedad o sus antiguos pliegues, tal y como nos ocurre cuando visitamos un museo. 

En ello vemos la estética del Wabi Sabi japonés: la belleza de lo imperfecto, impermanente e incompleto. 

Inocencia

La inocencia no es ignorancia, sino una forma de ver el mundo sin los filtros del juicio y la crítica intelectual. Es el estado natural de nuestra niñez. ¿Por qué el niño es un símbolo universal de crecimiento espiritual? Porque es el retorno a una pureza primordial.

El conocimiento sin apertura se vuelve agua estancada. No fluye, se transforma ni se mueve. Es arrogante y sólida, distorsionando el mundo de acuerdo con sus conceptos fijos. En cambio la apertura inocente es como un espejo: refleja todo de manera clara. Por ese motivo la sabiduría oriental habla siempre de la importancia de vaciarnos, tal y como lo habíamos visto antes. Es tal y como dice Roshi Kapleau:

Un vaso que está lleno no puede recibir más agua. Debes vaciar tu mente para recibir la verdad. 

En cierto modo el crecimiento espiritual es paradójico. Para crecer debemos disminuir… 

Amor y compasión 

En el fondo el amor implica limitar nuestra propia fuerza — ya sea intelectual, moral o física — para dejar al otro respirar. Es darle un poco de oxígeno a su presencia. Muchas veces sofocamos a otras personas porque no las escuchamos, buscando convencerlas de nuestras propias ideas. Al imponer sobre ellas nuestras propias exigencias morales o intelectuales las matamos un poco en su irrepetible singularidad. 

Por otro lado, al cultivar una consciencia clara recogemos también una mayor compasión. Aprendemos al otro en su ser — en su existencia misma— sin etiquetarlo como blanco o negro, mujer u hombre, cristiano o ateo… Ello nos permite relacionarnos desde un lugar de libertad. 

Paz

La Paz— tanto emocional como mental— está tejida con todos los beneficios transformacionales mencionados hasta ahora. Solo al dar lugar al silencio es posible dar lugar a un estado de paz. A su vez de la paz emana la posibilidad para escuchar, asombrarse y amar con apertura total. 

Conclusiones

A lo largo de este artículo nos hemos dado cuenta de cómo un estado de contemplación nos permite hacer crecer una manera mucho más libre e intensa de experimentar la vida. Ello quiere dar lugar a un estado de consciencia plena y a un vacío interior que permite llenarnos realmente con la vastedad del mundo. 

¿Ello significa volvernos pasivos? No, para nada. Es posible mantener un estado de presencia meditativa sin necesidad de abandonar el movimiento. Más bien no permite obtener estado de quietud en el interior de ese misma movilidad. 

Preguntas Frecuentes 

¿Cómo puede la contemplación diaria transformar mi salud mental?

La contemplación diaria puede transformar la salud mental al reducir el estrés y la ansiedad, permitiendo una mayor claridad mental y un sentido profundo de paz interior. Al enfocar la mente en el presente y observar sin juicio, se crea un espacio de calma y serenidad que contrarresta los efectos negativos del ritmo acelerado de la vida moderna.

¿Por qué es importante la apreciación de la belleza en la vida diaria?

La apreciación de la belleza en la vida diaria nos ayuda a conectarnos con el presente de manera más profunda y a encontrar significado en las cosas simples. Este enfoque puede transformar nuestra perspectiva, haciendo que lo cotidiano se sienta más vibrante y significativo, lo que a su vez mejora nuestra salud mental y emocional.

¿Cómo se relaciona la compasión con la práctica de la contemplación?

La compasión se desarrolla naturalmente a través de la práctica de la contemplación, ya que al observar atentamente y sin juicio, comenzamos a ver y entender la humanidad compartida en todos. Esta comprensión fomenta una mayor empatía y un deseo genuino de ayudar y conectarse con los demás desde un lugar de amor y respeto.

¿Qué beneficios puede aportar la inocencia al crecimiento espiritual?

La inocencia, entendida como la capacidad de ver el mundo sin los filtros de prejuicios y juicios, es fundamental para el crecimiento espiritual. Nos permite abordar cada experiencia con frescura y apertura, lo que facilita la expansión de la consciencia y el desarrollo de una conexión más profunda con la vida en su totalidad.

Referencias

  1. Hadot, P. (1995). Philosophy as a Way of Life: Spiritual Exercises from Socrates to Foucault. (M. Chase, Trans.). Blackwell Publishing.
  2. Harding, D. E. (2000). Face to No-Face: Rediscovering Our Original Nature. Carlsbad, CA: Inner Directions Publishing.
  3. Suzuki, S. (1970). Zen Mind, Beginner's Mind. Beginner's Mind. Weatherhill.

Despertando a la Filosofía

Este artículo forma parte de un proyecto liderado por Erick Güitrón, dedicado a explorar y difundir conocimientos en el ámbito de la filosofía. Además de artículos como este, el proyecto incluye un podcast, ebooks y servicios de consultoría, todos diseñados para profundizar en temas filosóficos y aplicar estos conocimientos a la vida cotidiana.

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Sobre el/la autor(a)

Erick Güitrón se ha dedicado el estudio de temas espirituales, metafísicos y existenciales desde joven, interesándose por comprender el mundo desde una multiplicidad de perspectivas complementarias. Una de sus mayores pasiones consiste en ayudarle a otras personas a descubrirse a sí mismas a través del empleo de herramientas psicológicas, filosóficas y contemplativas. Cuenta con estudios de licenciatura y maestría en filosofía, así como con una licenciatura en psicología.

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