"La música es un lenguaje capaz de expresar las profundidades de la belleza que existe en todos nosotros."

Las primeras memorias que Ludvig tiene de su vida están relacionadas con la música. Antes de aprender a hablar, pasaba horas escuchando los casetes de sus padres. Se dio cuenta de que ciertas piezas musicales abrían una puerta hacia una percepción distinta a todo lo demás en el mundo. Suspendido en la eternidad, contemplaba el asombro infinito que yace en el corazón de la existencia. Sin palabras para describir estas sensaciones o para compartirlas con otros en aquel momento, estas experiencias quedaron profundamente grabadas en su conciencia. Al crecer lo suficiente como para reflexionar sobre su propósito y vocación en la vida, Ludvig lo tuvo claro: dedicaría su existencia a buscar formas de crear música que pudiera evocar en la conciencia aquellas experiencias místicas de su niñez.

"Comparto mi música con el deseo de que te ayude a sentir una conexión más profunda con tu propio Ser Interior: la esencia amorosa de lo que realmente eres."