De acuerdo con Gautama Buda, la ignorancia de nuestra verdadera naturaleza es el origen de todos los tormentos de samsara, y el origen de la ignorancia misma es la tendencia tan arraigada de nuestra mente a la distracción. Poner fin a las múltiples distracciones que nos poseen es poner fin al samsara mismo, al incesable sufrimiento.
¿Cuál es la solución que él comprendió sentado bajo aquel árbol al norte de la India?: Traer la mente a casa, a su verdadera naturaleza, mediante la práctica de la meditación.
La meditación de atención plena, o mejor conocida como “Mindfulness”, es una práctica que se centra en estar plenamente presente en el momento, observando tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin juzgarlas.
La palabra Mindfulness es también una de las primeras traducciones que se hicieron de la palabra "sati" en pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época en que el Buda comenzó a enseñar hace 2500 años. Sati es la nominalización del verbo "sarati" que significa rememorar o recordar. Puesto que recordar es precisamente traer al presente, en su concepción última, *sati* o mindfulness es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de "recordarnos" estar en el presente, es decir, constantemente estar volviendo al aquí y ahora. También recordar (del latín *Re-cordis*), etimológicamente, significa volver a pasar por el corazón. Estar presente, volver al aquí y ahora en el corazón.
Meditar en atención plena nos ayuda a romper por completo con nuestra forma “normal” de funcionar, esa forma llena de lucha intensa y angustiosa, de agresividad, competencia, de afán de poseer, de lograr lo que dicen que es el éxito, y demás emociones que aprisionan nuestra verdadera naturaleza. Estamos tan entrenados para vivir de tal modo, que estas emociones surgen espontáneamente, y olvidamos que la mente es maleable y, por lo tanto, también se puede entrenar para lograr la felicidad y claridad mental, obteniendo con ello los fines más beneficiosos para tener una mejor calidad de vida.
¿Cómo practicar la meditación de atención plena?
- Encuentra un lugar tranquilo: Busca un lugar donde nada ni nadie pueda distraerte y puedas sentarte cómodamente.
- Adopta una postura cómoda: Puedes sentarte en una silla con los pies apoyados en el suelo, o en el suelo con las piernas cruzadas en forma de loto. Mantén la espalda recta.
- Concéntrate en la respiración: Cierra los ojos y lleva tu atención a la respiración. Observa cómo el aire entra y sale de tu cuerpo. No trates de controlar la respiración, simplemente obsérvala.
- Observa tus pensamientos: A medida que meditas, es normal que tu mente divague. Cuando notes que estás pensando en algo, simplemente reconócelo sin juzgarte y vuelve amablemente a concentrarte en la respiración.
- Escanea tu cuerpo: También puedes hacer un escaneo corporal, prestando atención a las sensaciones en diferentes partes de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
- Sé amable contigo mismo: No te preocupes si tu mente se distrae a menudo. La práctica consiste en reconocer esas distracciones y volver suavemente al presente.
- Termina con gratitud: Antes de abrir los ojos y concluir la meditación, tómate un momento para agradecerte por haber dedicado ese tiempo a ti mismo.
Beneficios de la meditación de atención plena
- Reducción del estrés: Ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
- Mejora de la concentración: Fomenta la capacidad de mantener la atención en tareas específicas.
- Mejora del bienestar emocional: Ayuda a manejar mejor las emociones y a reducir la reactividad tan habitual en nuestra sociedad actual. Ahora podrás reflexionar un poco más antes de reaccionar instintivamente y, poco a poco, actuarás con mayor bondad y amabilidad.
- Mejora del sueño: Puede ser útil para combatir el insomnio y mejorar la calidad del sueño. Recuerda que durante el sueño se libera hormona del crecimiento, lo cual ayuda a regenerar los tejidos del cuerpo.
Si practicas regularmente la meditación de atención plena, puedes notar un cambio positivo en tu forma de relacionarte contigo mismo y con el mundo que te rodea. Asimismo, si comprendes hacia dónde te conduce la meditación, la abordarás con mayor entusiasmo, como una, o en el mejor de los casos, como la labor más importante de tu vida, una empresa que te exigirá una profunda perseverancia, inteligencia y disciplina.
Referencias
