Después de 5 años meditando, he escuchado todo tipo de ideas erróneas sobre la meditación.
Además, he visto como estos malentendidos pueden ser los mayores obstáculos para experimentar sus verdaderos beneficios.
En este blog te voy a desmentir los mitos más comunes para que puedas acceder al verdadero poder del ahora.
Mito #1: El gran error de enfrentarte a tu mente
No, la meditación no se trata de dejar la mente en blanco. No eres un guerrero enfrentando a tus pensamientos como enemigos invasores, ni tampoco un guardián que debe controlar cada idea que surge.
Al contrario, la meditación es una práctica de aceptación: permitir que cualquier pensamiento o sensación aparezca sin resistencia. A través de esta apertura, puedes comenzar a descubrir aspectos fascinantes de tu mente, como explorar quién está detrás de esa vocecita constante en tu cabeza.
Ejercicio práctico: Encuentra un lugar cómodo para sentarte y simplemente observa tus pensamientos durante unos minutos sin intentar controlarlos. Imagina que cada pensamiento es como una hoja flotando en un río; déjala pasar sin tratar de aferrarte o juzgarla.
Mito #2: Lo que Headspace y Calm no te cuentan
Muchas apps de meditación hoy en día promueven la idea de que meditar es solo para relajarte. Pero la relajación es solo un efecto secundario. Esta práctica ha sido utilizada durante miles de años, no para relajarnos, sino para alcanzar una comprensión más profunda de nosotros mismos. Y es precisamente al hacer esto que pueden surgir sentimientos incómodos, porque te enfrentas cara a cara con tu propia mente. ¿Qué tan extraño es hacer eso hoy en día, verdad?
Al meditar con el propósito de explorar tu mente, desentrañas un mapa hacia el tesoro de la verdad. ¿Y cuál es la verdad más fundamental? La verdad de nuestro ser.
Ejercicio práctico: Dedica unos minutos a observar tus pensamientos y emociones. Nota cómo aparecen y desaparecen. ¿Decidiste cuáles pensamientos aparecen? ¿Les diste permiso para entrar y salir de tu consciencia?
Mito #3: ¿Es solo para hippies y monjes?
Seamos sinceros… es común asociar la meditación con hippies, monjes o personas en caminos espirituales poco convencionales.
Pero esta percepción es completamente errónea y, lamentablemente, aleja a muchos escépticos de sus beneficios. Aunque la meditación tiene raíces en tradiciones espirituales antiguas, su efectividad está más que comprobada por la ciencia moderna. Numerosos estudios muestran que meditar reduce el estrés, mejora la concentración y fortalece la salud mental y física.
Mito #4: Más allá de la postura perfecta
¿Cuál es la postura ideal para meditar? ¿A qué hora es mejor hacerlo? ¿Necesito un lugar especial?
Aunque estas preguntas son válidas, caen en un mito fundamental: la meditación no se limita a una posición, un lugar o un momento específico… no necesitas sentarte en silencio con los ojos cerrados para entrar en un estado real de presencia.
Puedes meditar mientras caminas, cocinas o lavas los platos porque la esencia de esta práctica es simplemente estar presente. Se trata de abrir la mente y el corazón a todo lo que ocurre en cada momento.
Abre tu mirada para captar todo el panorama, siente cada paso que das, cada textura en tus manos… y no te pierdas el suave sonido de las hojas o el murmullo de la vida a tu alrededor.
Ejercicio práctico: Realiza una “meditación caminando.” Sal a caminar y presta atención a cada paso que das. Nota la sensación de tus pies al tocar el suelo, la brisa en tu piel o los sonidos a tu alrededor.
Mito #5: ¿Ruido? No es un obstáculo
Cuando empecé a meditar, yo era de esos que se fastidiaba con cualquier sonido que "interrumpiera" mi práctica. Buscaba crear un silencio absoluto porque pensaba que solo así podría concentrarme y alcanzar un verdadero estado de paz.
Con el tiempo, me di cuenta de que cada sonido puede ser una invitación, e incluso un recordatorio de estar presente. Los sonidos, al igual que la respiración, las emociones e incluso los pensamientos, son simplemente vibraciones en el estanque de nuestra conciencia… y podemos aprender a observar cada una de ellas sin reaccionar.
Ejercicio práctico: La próxima vez que medites, elige un lugar donde haya sonidos, como un parque o en el autobús. Permítete escuchar cada sonido como una parte de la experiencia en lugar de considerarlo una distracción.
Reflexión final
La meditación, más que una técnica o doctrina religiosa, es una invitación a observar y aceptar el momento presente tal como es. Aunque suena sencillo, en el mundo acelerado de hoy, estar presentes con nuestra mente es todo un desafío. Por eso creamos Despertar, una app de meditación para hispanohablantes que te guía hacia una conexión más profunda contigo mismo. Te invito a descargarla y comenzar este camino de autoconocimiento hoy.